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miércoles, 10 de julio de 2013

JUANA PANCHA

Escrito por: Edgardo Reyes
Se dice que nació el día que tenía que nacer, en la cumbre del cerro conocido como “Cerro Juana Pancha”, Juana Francisca Callejas, por todos conocida como la Juana Pancha.

Dotada de una aguda inteligencia, los dioses la colmaron de grandes dones físicos, así se convierte en la mujer más bella de la región, su figura simplemente embelesa a  los hombres.

Un poderoso brujo se enamora perdidamente de la joven, intentó seducirla, loco de amor y deseo, pone en juego todo su poder y astucia, pero es rechazado con mofa. Esto traerá a Juana Pancha el infortunio  ya que el brujo nigromante la condena a jamás conocer el verdadero amor.


Los años pasan y Juana Pancha viaja sola por los caminos de la vida sin conocer el amor; al sentirse el juguete de los hombres. La tristeza, el resentimiento y el dolor se anidan en su corazón, dando inicio a una vida de pillaje y pasó a ser aliada de la luna y de la noche.

Con la maldición Juana Pancha había heredado poderes de las sombras; volaba por lo cielos, viajaba en el lomo de bestias salvajes, visitaba la casa de los señores pudientes y en silencio sustraía todos sus tesoros, los cofres finamente talladas ceden sin necesidad de llave y obsequian a Juana Pancha sus estuches forrados de terciopelo, llenos de aretes, pulseras, gargantillas y abundantes monedas de plata y oro.


Un excesivo resentimiento rebosa el corazón de Juana Pancha, aqui empieza también a robar almas y para ese fin, se le aparece a los hombres con su deslumbrante belleza, les guiña un ojo y con su dulce y picaresca sonrisa los hechiza, conduciéndolos a su cueva, cuentan que se te aparece y empieza a caminar despacio, te voltea a ver y sonríe, suplicándote con su coqueto caminar que la sigas, todos caen al hechizo  y cuando están por alcanzarla, en un pispilear de ojos ya no esta, la ves nuevamente al alcance  y sientes un susurro en tu oído que apasionadamente te ruega ven… sígueme… luego una risita maliciosa hace vibrar tu alma. La gran sorpresa es al llegar a la cueva, La tierna criatura se convierte en algo indescriptible, un abominable ser; sus dientes de perla, ahora parecen de lobo hambriento, su dulce sonrisa, una mueca de espanto, y su susurro un alarido que te congela la sangre y te paraliza de pies a cabeza, una vez frente a ella, imposible escapar, sientes las piernas gruesas y pesadas, como si tu cuerpo tuviera que mover las patas de la manyula. Luego nadie sabe de ti.

Al perderse varios jóvenes del pueblo, las sospechas van directamente a Juana Pancha; los hechiceros blancos se reunieron y decidieron librarla del mal. Logran llegar a la cueva, se respira un viento hediondo y se escucha un chillido muy extraño, una terrible tempestad se desata, relámpagos cegadores y mil rayos descargan su furia  iluminando la noche; los brujos  logran hacer un cerco mágico y con poderosos conjuros, luego de una dura batalla contra aquel espanto, sellan la puerta de la cueva.

Aunque dejan una salida para aquella bella mujer que había sido castigada por el destino. Si un buen hombre llega a su cueva y acampa en ella toda la noche de un viernes santo, sin inmutarse por lo que vea o escuche,  las cadenas de la maldición se romperán y Juana Pancha será liberada con toda su belleza y sus tesoros acumulados en oro y joyas preciosas. ¿Te atreves?


Edgardo Reyes

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4 comentarios:

  1. Mi familia materna vivia al pie del cerro Juana Pancha. Al salir de vacaciones escolares nos ibamos a vivir al cerro y viviamos todo tipo de aventuras. Un dia mis primas, mi hermana mayor y yo, nos fuimas a cortar sincullas que sedan serca del cono del cerro Juana Pancha, vimos las flores mas bellas que jamas habiamos visto. Del la copa del cerro salia un eco femenino de un canto angelical que envitaba a escuchar y no irse nunca jamas de ahi. Cuando llegamos acasa, muy emocionadas le contamos a mi tia de nuestra aventura y nos hizo jurarle y re-jurarle que jamas de los nunca jamas volveriamos ir al cerro y menos solas; pero nunca nos dijo porque tanto espanto por nuestra ida, aunque ya sabiamos de la leyenda. El que a visitado el cerro sabe que desde el,se ve el universo oseanico y que se siente que el mundo nos pertenese. Gracias por contar esa leyenda que es tan nuestra y tan desconosida por muchos.

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    1. Saludes Ester Fuentes, gracias por compartir con nosotros tus memorias del cerro Juana Pancha

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  2. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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