Escrito por: Edgardo Reyes
Ya la cipota de ña Remedios esta chula, 17 primaveras y el corazón ardiente, al salir a caminar por el parque del pueblo todos la cuenteyan, pero ella solo tiene ojos para Guayo, el primo de flor, su mejor amiga.
Ya la cipota de ña Remedios esta chula, 17 primaveras y el corazón ardiente, al salir a caminar por el parque del pueblo todos la cuenteyan, pero ella solo tiene ojos para Guayo, el primo de flor, su mejor amiga.
Morena
enamorada de la vida y con el candor a flor de piel, presiente que hoy es noche
de romance, su Romeo segurito se le declara, Flor se lo ha comentado por la
tarde mientras regresaban del instituto tomando una horchata en bolsa.
Se repinta
los labios, se peina al estilo britney
spir, y salta de alegría por haber encontrado el amor, un profundo
suspiro... el primer amor, donde todo es azul, o quizá rosa, quién sabe pero
siente las mariposas en el estomago y eso solo quiere decir una cosa.... love.
-Mami voy un
ratito a la cafetería con mis compañeras.
-Dios la
bendiga hija, cuídese mucho, no ande de coqueta con los muchachos, ellos
piensan otra cosa, que uno es fácil, regalona, así que dese su lugar.
-Ay mami,
uste ya va con sus cosas, regreso temprano, salu.
Es noche de
viernes, tiempo para disfrutar con los amigos, la diversión del pueblo es ir a
la cafetería de doña Blanca, escuchar música estridente, tomar un par de
batidos y hablar paja con la cherada;
la cafetería se encuentra repleta de bichos escolares, que ríen solo por reír,
Morena y Flor se hacen camino a codazo limpio hasta llegar al mostrador,
ordenan lo de siempre, dos espumosos de chocolate con vainilla y dos pajillas, buscan
un lugar para sentarse, Morena ansiosa espera la llegada de su Romeo pior es nada. Mira su reloj -las 9... y no aparece-. 5 minutos después el
corazón se le acelera al verlo parado frente a ella. Guayo un bicho cabeza de
hüizayote con peinado de alfiletero, ojos saltones y cara huesuda, le sonríe y
la saluda con un beso tronado en la mejilla.
-Hola mi
morenita linda, guapa, como de costumbre.
-Gracias,
usted también se ve bien.
-Podemos
hablar.
-Claro, ni
que fuéramos mudos.
-Digo en
privado.
- Y pa que en
privado.
-Es que le
tengo que decir una cosa.
-Dígamela aquí,
o le da pena.
-No, pero es
que es algo privadito.
Guayo Le hace
señas a su prima Flor para que los deje solos.
-ya vengo vos
voy al baño-
-Flor, no me
dejes sola.
-Si ya vengo
vos, además no te quedas sola, Guayo te va cuidar.
-Si morenita,
yo la cuido.
Morena quedo nerviosa
pero feliz, juega coqueta con un rizo de su cabello y se hace colochitos con el dedo.
Pasa un
momento de silencio en el que solo se miran y se echan risitas, por fin Guayo se
llena de valor, tomo aire, y empezó a cuentiarla.
-Morenita
mire, es que yo le quería decir una cosa.
-Que cosa uste.
-Bueno es que
uste es bien linda y pues me gusta
bastante.
-Le gusto,
¿cómo paque?
-pa que sea
mi novia.
Morena se
sonrojo, era lo que esperaba, se lo había imaginado docenas de veces, pero aun
así el corazón se le puso cálido, y un rubor calientito le recorrió
completamente su virginal cuerpo.
-¿Su novia?,
ta seguro.
-Si, hace tiempo que estoy enamorado de uste.
-Ni me volteya a ver, solo de creído se la
lleva.
-No morenita,
es que soy tímido
-Ta seguro que me quiere.
-Se lo juro.
- y la Jacinta,
yo veo que se le cae la baba cuando la mira.
-Huy no, como
va creer eso, si yo a uste es a la que quiero, dígame que si.
-Y si le digo
que si ¿entonces qué?
-Entonces me
regala un besito.
-En el
cachete.
- No, uno de
trompita.
-No seya cochino, cómo lo gua besar, si no le he dicho que si. No me
está mintiendo con malas intenciones.
-Como le voy
a tener malas intenciones a uste, si
yo la quiero.
-Lo gua pensar; pa mientras invíteme a tomar algo.
-¿Un batido?,
morenita.
-Si por
favor.
Guayo corre
por el encargo, Flor aprovecha para ponerse al tanto de la situación.
-Que paso vos,
se te declaró.
-Si vos, pero
todavía no le doy el si. Pa´que no
piense que soy fácil.
Guayo regresa
bebida en mano, con mala cara al ver a su prima, que metiche.
-Su bebida,
mi amor.
-No me diga
así, que todavía lo estoy pensando.
Pasaron los
minutos y el silencio volvió a reinar entre los dos, Morena mordía la pajilla
de su bebida y seguía haciendo colochitos con su pelo, Se cruzaban miradas y se
echaban risitas; Por fin después de un buen sorbo y una honda respiración, se
animo a dar el sí.
Un calorcito le
subió nuevamente y sentía que le
temblaban la piernas.
-Va pues voy
a ser su novia, pero va tener que respetarme, y ya no ande de coqueto con esa
bicha seca payula.
-Se lo juro
que no, solo tengo ojos pa´uste. Ahora deme un besito.
-Tese en juicio, no ve que hay mucha
gente aquí.
-Veee, si somos
novios que tiene de malo.
-Se lo voy a
dar, cuando me lleve a la casa.
De mala gana aceptó,
el silenció volvió, por la mente de Guayo se dibujaba la amontonada que la
daría al acompañarla. Morena hecho un vistazo a su reloj, -Dios mío las 11, mi
mamá me va matar, apresuro su batido. -vámonos
es noche, mi mamá ha de estar preocupada.
Saltaron de sus
asientos, Morena buscó a su compañera entre la muchedumbre por fin la encontró,
-Flor vámonos que ya se hizo noche, Guayo le noneaba, para que no fuera a
hacerles clavo. flor obediente sonrio.
-Mira es que
ahí está el bicho aquel, ándate vos que Guayo te acompañe.
-No Flor
vamos, tu mamá también se va a enojar.
-Nombre vos no
te aflijas, Guayo regresará por mi.
Morena miró
fijamente a Guayo, y el amor la hizo ceder, caminaron por la calles del pueblo,
en silencio, solo se miraban y reían, a dos cuadras de la casa, hay un poste
con la lámpara fundida, en las sombras de la noche, Guayo toma la mano de su
amada, la sujeta por la cintura y lentamente la lleva hacia su cuerpo, le acaricia los cabellos, sus labios rosan los
de Morena, son ardientes como el fuego, dulces y colorados; Por fin se besan
como locos, sintiendo emociones nuevas e intensas. Los desconcentra el latido de
un perro a sus pies, Guayo lanza un puntapié al entrometido animal, Morena de
reojo lo reconoce, es sancocho la mascota de su casa. Una mujer se acerca a los
dos enamorados, los observa de cerca casi topa su cara con la de ellos, Morena
se cubre el rostro con el cabello, Guayo interponiéndose le recrimina.
-Señora
por favor, no sea metiche.- la mujer lo ignora y sigue observando de cerca.
Por fin
habla.
-Morena, sos
vos Morena... Morena.
La Morena
intenta apartarse, Guayo la retiene.
-Morena, por
favor, decime si sos vos, no te voy a castigar, es que estoy muy preocupada.
-Señora por
favor, deje de molestar, no ve que estamos ocupados.
-Morena, si
sos vos decímelo hija, así me regreso a la casa tranquila.
Al escuchar
los ruegos de su madre la Morena habló.
-Si mamá soy
yo
Ña Remedios
encolerizada, le dio un trompón en la espalda a Guayo que le paso los pulmones
al pecho.
-Desgraciado,
como te atreves a tener a la niña manoseándola a media calle, si ella es una
cipota decente.
La Morena,
entre miedo y verguenza le rogó...-mamá por Dios, vámonos para la casa, allá me
grita.
Indio feyo, sinvergüenza, mi hija es una
cipota decente, no es cualquiera, si la qeres
no la vas a conseguir con chenga sola, a ella se le habla con comida.
-Con comida,
¿cómo así, debo llevar yuca frita, pupusas y soperres?
-Indio mas
bruto, que si la qeres le tenes que poner casa.
-¿¿¿¿ponerle Casa????...Puyaaaaa
mano
-Apuessiiii,
saluuuuu Morena.
Guayo gira en
sus talones, y huye a toda prisa.
de Edgardo Reyes
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS Si desea compartirlo en su blog o página puede hacerlo siempre que de el crédito al escritor y al blog cuentosleyendasmitos.blogspot.com
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