—Mama,
mama, el poyo me quitó la tortiya e la mano!...
—¡Istúpida!
La istúpida
tenía siete años. Era gordita y ñatía; su cara amarilla moqueaba y su boca
despintada, siempre abrida y triste, mostraba dos dientes anchos e
inexpresivos. Lamiéndole la frente le bajaba el montarrascal del pelo, canche y
marchito. Vestía mugre larga y vueluda, tornasolada de manteca. Se llamaba
Santíos.
La nana
recogió del suelo un olote y se lo tiró al poyo, con todas sus juerzas de
molendera.
—¡Poyo
baboso!... ¡Encaramáte al baúl, jepuerca! ¡Si tiartan la tortiya, no te doy
más!
La Santíos
se encaramó en el baúl. Venía lloviendo tieso por los potreros.
El cerro pelón, parado en medio de los llanos, gordo y cobarde, no halló
dónde meterse y se quedó. Llovió sin pringar, de golpe, a torrentes; con un
viento encontrado, que corría atropelladamente en todos los rumbos,
como si llevara un tigre agarrado a la espalda.
El hojarasquín
mísero, de paredes de palma, se tambaleaba chiflante, desplumado, entregado a
la voluntá de Dios.
—¡Istúpida,
tapa ligero el hoyo con el costal!
La Santíos
puso el pedazo de tortiya en el saliente del horcón y jue a zocoliarle el
costal al juraco. La piel del cielo tembló ligeramente de terror, y el
rayo, con un alarido salvaje, le estampó su jierro caliente que tenía la
forma de un palo seco. Un berrido de dolor llenó los ámbitos oscuros.
La istúpida no tapaba bien el hoyo, y la nana la arronjó del pelo y lo
tapó.
—¡Quita,
endezuela emierda, bís nacido para muerta!
La Santíos
se jue a sentar en la cuca y se quedó mirando, con los ojos y con la boca, por
la puerta. El viento bía menguado, aplastado por lagua. En el patio,
y al ras de la corriente, iban saltando pa la calle un montonal de inanitos de
huishie, a toda virazón, unos detrás diotros. De los alambres del cerco
cáiban, desguindándose, unos miquitos platiados. La Santíos se despabiló
con la escupida de una gotera.
—Mama,
aquiés onde chingasteya lagua, mire...
Iba, gota
a gota, llenando su manita acucharada; cuando le rebalsó, diun manotazo se la
metió en la boca.
—¡Istúpida,
bien bís óido que tenés catarro! ¿No sabés que lagua yovisa es mala?
Te puede quer al pecho, animala...
Pasado el
aguacero, la Santos
salió para el río con la tinaja
—Güelva
luego, carajada, si no quiere que la tundeye como ayer.
La Santos
voltio a ver y siguió su camino. Iba, humilde y shuca en la frescura dorada de
la tarde, dejando pintada en el barro la flor de su patita. El río venía
hediondo y colorado y su ruidal llenaba la barranca, haciéndola más oscura.
Humilde y shuca, bajó de piedra en piedra, sujetando con mano temblorosa la
tinaja, sobre la cabeza canche.
Llegó al
ojo diagua encuevado, límpido y lloviznoso, y con el guacalito fue llenando,
llenando la
tinaja,
de aquel amor Un trueno lejano venía arrastrando la noche por la barranca.
Era como el rugido de una montaña herida de muerte. Desde una altura, un
indio de manta agitaba los brazos, gritando desesperado:
—¡Istúpida,
babosa, la repunta, ái viene la repunta! ¡Corra, istúpida, corra!
La niña,
sin oír, seguía llenando tranquila la tinaja.
En el
momento en que la repunta voltió en el recodo del río, espumosa y furibunda,
arrasando a su paso los troncos y las piedras, la altísima muralla que
estaba a espaldas de la niña, en la margen opuesta, altísima y solemne
como un ángel de barro, abrió sus alas y se arrojó al paso.
Su
derrumbe, acallando todos los ecos borrachos, había sonado a un
NO profundo y rotundo. La repunta se detuvo. Y no fue sino cuando la Santíos había entrado ya
en el patio de su rancho, pintando en el barro la flor de su patita, que el río
abrió de un puñetazo su paso hacia la noche.
CUENTOS
DE BARRO ---SALARRUÉ---
me encantan estos cuentos yo los lei cuando era niña!!!! :-)
ResponderEliminarse la llevo la repunta o no?
ResponderEliminarSi, la repunta se la llevó, cuando nos dice: "La repunta se detuvo. Y no fue sino cuando la Santíos había entrado ya en el patio de su rancho, pintando en el barro la flor de su patita, que el río abrió de un puñetazo su paso hacia la noche." la Santios entro al rancho arrasada o empujada por el alud.
EliminarNo, no se la llevó. Por eso compara al derrumbe a un ángel, y dice que había sonado a un "NO". El alud cerró el paso al río mientras la niña pasaba, y "esperó" hasta que ella hubiera regresado a casa para permitir que el río pasara.
EliminarLa lei de niña, y hoy me he dado cuenta que la Santios sufria maltrato infantil...
ResponderEliminarNecesito el video alguien lo tiene
ResponderEliminarNecesito hacer una historieta de este cuento y no le entiendo :(como comienza el cuento
ResponderEliminarHabrá un vídeo que dramático lo acontecido en este cuento??? Por favor necesito para una tarea de mi hij
ResponderEliminarCuales son los temas secundario
ResponderEliminarEs dolorosa.sufria mucho sin sa
ResponderEliminarberlo
Hola alguien me puede desir de q se trata el cuento xfavor
ResponderEliminarCuales son los personajes principales y los secundarios
ResponderEliminarSin geniales, dan a concoser las culturas salvadoreñas
ResponderEliminarPersonajes principales y secundarios
ResponderEliminarCuales son los personajes de este cuento
ResponderEliminarHola encontraste los personajes?
EliminarNoo
EliminarSólo la mamá y la niña y por último el indio de manta que le grita a la niña.
EliminarCaracteristicas de los personajes
ResponderEliminarAlguien sabe los personajes de este cuento?
ResponderEliminarAlguien me puede decir que trata eso de factor económico y social del cuento
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